Recientemente, asistiendo a un curso de reciclaje, me recordaban nuevamente la metodología Kaizen o también conocida como “mejora continua”. Por si no la conocías, se trata de una metodología de origen japonés, que nos ayuda a ser ágiles, y conseguir resultados. Es una metodología que sea ha probado totalmente su eficacia en distintos ámbitos, para aumentar la eficiencia y la calidad de los resultados, a lo largo de las últimas décadas.
¿Y en qué consiste?
En salir poco a poco de la zona de confort. Y aunque es una estrategia que lleva ya muchas décadas, Sin duda es una excelente estrategia para salir de nuestra zona de confort de forma segura, fácil y efectiva.
¿Cómo se aplica?
Simplemente con pequeños cambios. Es decir, siempre con pequeños pasos traducidos en pequeñas acciones de manera constante. Pequeñas acciones, poco ambiciosas, pero de manera constante.
Por lo tanto, lo primero: establece tu propia escala personal y sincera del 0 al 10. Con ella, vamos a poder medir dos sencillos indicadores de una acción a planificar.
¿Cómo podemos chequear que es realista y se implantará ese plan de acción con éxito?
Para ello debemos hacer un doble chequeo (o pruebas), eso si, siendo sincero con nosotros mismos, cuando nos comprometamos con esa acción:
¿Qué nivel de esfuerzo me va a requerir esta acción?
¿Cómo de convencido estoy de llevarla a cabo?
Si el NIVEL DE ESFUERZO está por encima de 3 sobre 10, la acción NO será KAIZEN, puesto que significa que es una acción demasiado grande).
Si el NIVEL DE CONVICCIÓN < 8 sobre 10, la acción NO será KAIZEN, puesto que está predestinada a no cumplirse).
Por tanto, una acción será Kaizen, si cumple estas dos condiciones a la vez:
¿Qué debo hacer cuando alguno de los dos niveles no se cumple?
Cuando alguno de los dos niveles no se cumple, debemos rebajar o reducir el nivel de dificultad de la acción.
Por tanto, siempre que seas realista, sincero contigo mismo y hayas tenido en cuenta posibles obstáculos que puedan aparecer en tu agenda, lo más probable es que termines haciendo esta tarea.
Porque como te habrás dado cuenta, se trata de hacer pequeñas acciones que sean factibles. Porque cuando se cumplen, te vas a sentir con mayor autoconfianza y más motivado, porque nos hemos visto capaz de cumplir el objetivo que te has planteado. Esto hará que el siguiente paso, sea volver a diseñar una acción Kaizen, que se cumplirá de nuevo, y esto nos hará seguir avanzando y con mayor motivación.
Así continuaremos, fijando acciones, hasta que, con el tiempo, podamos establecer acciones ampliando la dificultad de las mismas. Con ello, conseguimos crear un hábito continuo con acciones realistas.
Por tanto, ¿te animas a probarlo?
Te invito a hacerlo la próxima vez que planifiques. Es una maravillosa metodología para conocerte mejor, automotivarte y una gran estrategia para avanzar hacia los retos que te plantees. Te sorprenderán los resultados. Algo fácil y práctico, que ayuda a mejorar tu disciplina.
by Raúl Matz
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